Una es de Martin Scorsese. ¿Qué dice eso de mí? No fue planificado, al menos no las primeras dos. La tercera sí fue a propósito.
Empecé viendo El lobo de Wall Street por enésima vez. Estaba almorzando y pasando los canales en la televisión cuando vi que la estaban dando. La historia de alguien que se hizo millonario, la vida le explotó y le tocó recoger los pedazos, me encanta. Al ver la famosa escena en que intenta sobornar a un agente federal en su yate convertida en meme, sus lentes oscuros y su risa burlona porque con todo el dinero del mundo no pudo lograr su cometido. Me hizo acordar de El Gran Gatsby, me dio curiosidad saber por qué era tan famoso ese título. La famosa cara en los memes de Leo con una copa brindando. Así que la busqué y la vi. No me gustó y no la vería de nuevo. Cuando una película me gusta la puedo ver miles de veces. Luego dije, bueno ya vi dos, por qué no una más. Mi padre me había comentado esa semana sobre la actuación de Leo con un oso que lo dejó perplejo. Me dijo que luego de ver esa escena de pelea, le pareció tan real, que le costaba creer algunas noticias alrededor del mundo, cualquier cosa era posible de fingir. Así que busqué en internet Leonardo DiCaprio con un oso y me salió la película. Yo recordaba haber visto memes del oso ganando un Oscar en vez de Leo lo cual me pareció muy gracioso. La escena de la pelea con el oso es casi al principio. Me desilusionó un poco que fuera tan pronto porque ahora debía terminar la película. Rara vez no termino una película, la curiosidad me mata. Amo las historias, por muy mala que sean, me gusta terminarlas. Esa me gustó un poco más que el Gran Gatsby pero solo un poquito más. Me sacó la paciencia el villano de la película. Leo actuó increíble, por supuesto. De todas formas ambas películas no me llegaron al nivel del Lobo.
Quise incluir esta historia para un personaje de mi libro. Empezaría mi libro con esta línea: Vi tres películas de Leonardo DiCaprio en mi cumpleaños. ¿Qué dice eso de mí?
¿A quién no le llamaría la atención, quién no seguiría leyendo este peculiar personaje que pasó el día que debería ser de celebración pegada a Hollywood con toda su exageración y drama? Así comenzaría mi tercer libro.
Una semana después, me encuentro viendo El Lobo de nuevo. Y pensé, ¿por qué no escribirlo en mi blog? No debería avergonzarme que haya pasado tanto tiempo viendo películas el día de mi cumpleaños. Pero era eso, me daba pena admitirlo. Mi familia fue testigo, me dejaron ser. Y la verdad es que fui feliz. Apagué mi celular, no quería hablar con nadie de nada. Solo acostarme y no hacer nada. Pedí comida, camarones sriracha, dedos de pollo apanado con arroz blanco y vegetales, gyosas de pollo y una coca cola. Los camarones siempre los pido, no me cansan, así como El Lobo de Wall Street no me cansa, son deliciosos y se los recomiendo. El pollo apanado no fue tan genial como se leía en el menú, quería cambiar y no pedir un rollo de sushi, pero creo que pediré siempre los camarones y los rollos de sushi que nunca me decepcionan, el arroz y los vegetales estaban ricos y yo pensaba que las gyozas serían fritas, pero eran al vapor, yo quería grasa, nada saludable por ende, la coca.
¿Por qué me llama tanto la atención esta película? No es una película que vería con mi abuelita por su alto contenido de sexo y drogas. Para mí es increíble el derroche, el exceso, el despilfarro de dinero plasmado en la vida de una persona. Y al final, a pesar de haber estado involucrado en actos completamente ilegales, estaba libre. Libre de culpa, de pena, de la justicia. Y seguía siendo millonario. Me encanta.
Hay una frase que dice el personaje de Jordan Belfort cuando le habla a sus empleados: He sido pobre y he sido rico, y escojo ser rico. Como leí en el libro You Are a Badass at Making Money, Jen Sincero no podría decirlo mejor: el dinero sí es bueno, no tiene nada de malo quererlo, desearlo con todas tus fuerzas. El dinero mejora mi estilo de vida, me permite vivir como yo quiero, me facilita los medios. Puedo agasajar a mi madre como ella verdaderamente se merece. Vacacionar con mi familia como no hemos hecho en tiempo.
Bienvenidas sean, seis cifras. Si no has visto la película, te invito a verla. ¿Qué piensas de Belfort? ¿Has pasado tu cumpleaños de la manera menos esperada?
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